La Foto Es Gentileza De La Revista Puerto Lo hará "si cualquiera de los sindicatos decide parar la planta", advirtió y/o amenazó su propietario, Fernando Alvarez Castellano, en una entrevista que publica hoy el diario Crónica, de Comodoro Rivadavia. El empresario acusó además al Gobierno de Chubut de haber "hecho un desastre" con el recurso a partir de "presiones de un grupo de empresarios de la CAPIP, que decían que ellos pagaban el permiso abrieron las aguas provinciales y han estado 9 días pescando con tallas chicas de 5 y 6 que han tirado al mar". "No hay vuelta atrás (...) mi decisión está tomada y es cerrar la planta", dijo con respecto al conflicto que mantiene con sus trabajadores en Puerto Madryn.
"Hace unos días arreglé con la flota amarilla y fijate que paradójico que tomé 30 personas nuevas con un sueldo diferenciado con la condición de que cuando aprendan a clasificar comiencen a cobrar lo mismo que un clasificador, pero si cualquiera de los sindicatos decide parar la planta, lamentablemente tomaré la decisión también de cerrar la planta en Rawson", subrayó al hablar de ese tema
"Soy un productor que tiene que producir, no voy a mantener gente que no trabaje, y no es una amenaza, como por ahí decían algunos medios; a mí no me gusta amenazar a nadie, puedo sí advertir que estoy viviendo una situación complicada y que necesito gente que trabaje para sacar la empresa adelante", le respondió Alvarez Castellano al matutino comodorense al extender su respuesta acerca del destino de su planta instalada en el Puerto Rawson.
Se quejó por las políticas del Gobierno de la Provincia para con la empresa y sostuvo en ese sentido que "veníamos luchando en tratar de que la planta sea más rentable, ya no digamos ganar dinero, pero no perder todo lo que estaba perdiendo, además si no había entrado en esta prospección no sabía cual iba a ser el futuro de las relaciones nuestras con el Gobierno porque debo entender que no me dejaron salir a la prospección por presiones de tripulantes de la flota amarilla, pero una cosa son los fresqueros y otra los tangoneros, y otra la planta, y a mí no me tiene que castigar nadie; no me gusta que me extorsionen, yo estoy aquí para dialogar y llegar a una solución, pero yo no vine aquí a la Argentina hace 17 años para que me extorsionen".
"La situación que se vivió con las nuevas autoridades de Chubut (es) que por presiones de otro grupo no me dejaron entrar a la prospección y no me contestaron ninguna de las cartas documentos que mandé; fue, si se quiere, el detonante, pero no les quiero echar la culpa porque si yo hubiera estado ganando dinero en la planta no echo a la gente", precisó al hablar sobre sus relaciones con la Administración Buzzi.
"Lo que quiero decir es que la actitud de las autoridades ayudó, pero la decisión de cerrar la planta de ningún modo es una actitud caprichosa de que porque no me dejaste entrar a la prospección despido a la gente", aseguró además.
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