Madryn: Ex trabajadores de Harengus piden recuperar sus fuentes laborales

Marcharon hasta el Concejo Deliberante.

La sesión Extraordinaria del Concejo Deliberante fue caja de resonancia de las problemáticas sociales y laborales que atraviesa la ciudad de Puerto Madryn. Dentro de este panorama, un grupo de mujeres de la ex empresa pesquera Harengus irrumpieron para solicitar una intervención del estado que les “devuelva la dignidad que nos robaron”.

El pedido de las ex trabajadores fue poder percibir la ayuda o subsidio económico anunciado y que, en una primera instancia, sería de mil pesos para 31 personas. El reclamo obedecía a llegar a 113 hombres y mujeres para poder disponer de dinero para afrontar estos días. Cada una de las personas describió las penurias que debe sortear ante el quiebre de la firma pesquera.

“Todavía estamos reclamando el subsidio. ¿Qué esta pasando? Les reclamamos acá porque son nuestros representantes” comentó una enfervorizada trabajadora. A su lado otra de las ex trabajadoras, acompañada por su pequeña hija, afirmó ante los concejales que “ya no se trata de subsidios” sino que “estamos cansadas de la humillación Ustedes (ediles) nos ven como estamos parados horas. Nosotros queremos los puestos de trabajo que nos prometieron hace un año y medio cuando compraron los cupos de pesca". Asimismo, esta madre afirmó “no soy tan estúpida para creerme que una persona puso 7 millones de pesos para comprar un cupo de pesca que se vencía en dos meses”, añadiendo que “eso es una vergüenza. Yo fui a la escuela y nosotros no somos paisanitos. Todos nos ganamos el trabajo con 10, 15 o 25 años trabajando en la planta y hoy en día nos tratan como animales al tenernos parados en la plaza. No les importa nada”.

Con la angustia por todo lo que están viviendo hace más de un año, las ex trabajadores de la firma Harengus fue contundentes en sus palabras al afirmar que “nosotros queremos trabajar, basta de subsidios. Por qué nos dan trabajo porque dejaríamos de estar parados acá, humillándonos ni entrando acá (Concejo Deliberante) como animales”. Las penurias económicas son notorias en cada una de las mujeres que son sostén de familia y que no han podido reinsertarse laboralmente en el mercado, recayendo a la ayuda del estado para percibir una ayuda económica. “Yo pague 1.100 pesos de alquiler cuando el subsidio es de 1.500 pesos. Saben cómo pase las fiestas… con un pedacito de pollo porque tenía que comprar las demás cosas para mis tres hijos que debo mantener. Yo quiero trabajar, no quiero subsidios porque estamos buscando nuestra dignidad”. #

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