sábado, 15 de diciembre de 2012

Madryn: Conarpesa mandó 110 telegramas y recrudece la crisis en la pesca de Madryn



Todavía no hay información oficial pero se sabe que los telegramas ya llegaron a los domicilios. Los empresarios ya habían advertido de la fragilidad de la pesquera.

El temporal climático de fuertes vientos que azotó Puerto Madryn se instaló de plano en la planta pesquera de Conarpesa. Tras varios días de reclamos y protestas en el portón de ingreso a la firma pesquera, las máximas autoridades de la firma tomaron la decisión de enviar los telegramas de despido al personal que cumplía tareas en la misma.
No se manejan datos precisos sobre el número final de los cesanteados aunque se estima que los telegramas remitidos por las autoridades de la firma superarían el centenar de personas. Las notificaciones de los despidos comenzaron a llegar a cada uno de los domicilios de los trabajadores que fueron notificados de la determinación adoptada por el directorio de la firma.
Dentro de los argumentos esgrimidos para fundamentar la resolución que fueron llegando a los domicilios particulares de los hombres y mujeres que prestaban funciones en la firma de capitales españoles, uno de los puntos centrales para fundar la decisión es el hecho que desde el mes de mayo la empresa viene sobrellevando “problemas” con el personal embarcado que les genera dificultad para tener materia prima en la planta para procesar.
La advertencia

Esta alternativa la había adelantado el propio presidente de la firma, Fernando Álvarez Castellano, en noviembre pasado, donde en un reportaje dado a un medio dedicado a la actividad pesquera el empresario se preguntaba “¿para qué seguir manteniendo plantas en tierra como la de Madryn que pierden un montón de dinero todos los meses si no tengo ninguna respuesta del Gobierno y no me dejan entrar a una prospección? Me pregunto qué va a pasar en el futuro, ¿cuando llegue febrero tampoco me van a dejar salir?; entonces, ¿para qué seguir en Chubut? Además nadie me contesta un teléfono. La cosa es simple: cuentan conmigo o yo no cuento con ellos, pero no voy a seguir subsidiando plantas en tierra por un capricho de ellos”. Esta mirada la reafirmaba con la contundente frase de que “si tengo plantas que pierden dinero y no tengo ninguna compensación, entonces automáticamente, y lo siento por los trabajadores, tengo que cerrar la planta”.
Esto que parecía una advertencia o una alternativa distante se profundizó tras el último conflicto de los marineros y la inactividad que la planta tuvo en el parque pesquero de Puerto Madryn. De este manera y con aquella predición del empresario propietario de Conarpesa, se genera otro serio problema en el escenario de la actividad.#}

http://www.diariojornada.com.ar/Noticia/Default.aspx?id=58950

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