El paro se inició por el despido de tres trabajadores. Hubo graves agresiones entre la UCRA y la UTA, en desacuerdo con la medida, que incluyó piedrazos y golpes. El municipio está disconforme con el servicio y analiza quitar la concesión. Hay pendiente un pedido de aumento de tarifas.
Una mañana intensa y de alta conflictividad gremial afectó a los usuarios del transporte de pasajeros de Puerto Madryn. Se vivió alrededor de la base operativa de la empresa Benítez Bellini. Desde las 5 del día martes se instaló la medida de fuerza de los choferes alineados a la Unión de Choferes de la República Argentina, que paralizaron el servicio matutino reclamando la reincorporación de tres trabajadores cesanteados por la patronal. Hubo situaciones de extrema tensión por la gresca generalizada entre los afiliados a esta entidad sindical con sus pares de la Unión Tranviarios Automotor, quienes no adhirieron a la medida e intentaron sacar los micros más allá de la protesta en el portón de ingreso a la empresa.
La intervención del municipio portuario, con la advertencia de analizar seriamente el retiro de la concesión del servicio de colectivos a la empresa, permitió abrir un compás de espera a los fines de intentar destrabar un conflicto que colocó a los usuarios como claros rehenes de la medida.
Pasadas las 11, tras una batahola generalizada entre ambos sectores que conviven como compañeros de trabajo, llegó la resolución de la Secretaría de Trabajo dictando la conciliación obligatoria para retrotraer los despidos al día previo a esa decisión empresarial, además de generar una mesa de diálogo donde las partes puedan avanzar en una solución de fondo. Los ómnibus volvieron a transitar las calles portuarias pasadas las 12, cuando los choferes levantaron la medida de fuerza, aguardando los resultados de la conciliación obligatoria próxima a iniciarse.
Reclamo específico
La conducción sindical que llevó adelante la medida de fuerza la defendió porque “reclamamos la reincorporación de los compañeros despedidos y, además, exigimos se revea la suspensión de otro chofer”, dijo Cristian Tarnasky, secretario general de la UCRA. Desde la entidad sindical advirtió que esos temas no estaban en discusión porque “fueron despidos y suspensiones arbitrarias, sin ningún argumento”, dijo el dirigente gremial, quien instó a la patronal a “parar con la persecución sindical para con nosotros”.
Los planteos formulados por la patronal apuntan a la representatividad de la UCRA, que no habilitaría a sus integrantes a tomar medidas como un paro. “No hay diálogo ni nada cuando sabemos que la empresa está tomando gente. No tienen argumento para despedir personal”, dijo el secretario general de este gremio. Uno de los aspectos donde el dirigente reconoció los alcances que la medida tuvo porque “sabemos que cortar el servicio es muy grave porque los pasajeros y toda la gente que debe ir a trabajar o movilizarse de un punto a otro se queda sin servicio pero, en este contexto, no podemos hacer nada porque están en juego las fuentes de trabajo de nuestros compañeros”.
Críticas de la UTA
Los choferes enrolados en la UTA se mantuvieron en el predio de la empresa a la espera de poder salir a trabajar, dado que ellos no adhirieron ni convalidaron la medida de fuerza de la UCRA. Antes de las 9 Marcelo Rubia, secretario general, no dudó en afirmar que “estamos organizando todo para salir a trabajar” porque “no tenemos ningún conflicto. Lo tienen este grupo de trabajadores que, supuestamente, se llaman gremio pero que no lo están. Ellos están perjudicando el servicio público de Puerto Madryn”.
Desde la UTA se advirtió que se iban a hacer todas las maniobras que fueran necesarias para poder sacar las unidades y cumplir con el servicio porque “la empresa nos manifestó que si ninguno sale a trabajar, sea de cualquiera de los dos sectores, van a quedar despedidos”.
El intento por retirar los micros se concretó pasadas las 9.30 aunque derivó en una verdadera batahola entre los protagonistas. Es que al abrirse el portón y aparecer una de las unidades se produjo la descarga de diferentes elementos contundentes contra los cristales y carrocería de la unidad. Ante la lluvia de elementos pesados y la imposibilidad de poder avanzar se decidió dejar sin efecto el retiro de los micros y aguardar el dictado de la conciliación obligatoria.
Analizan quitar la concesión
Desde el municipio madrynense se trabajó arduamente para intentar mediar y conciliar las posturas que permitieran solucionar el conflicto y asegurar la prestación del servicio para toda la comunidad, especialmente los trabajadores, jubilados y los alumnos. Dentro de esta tónica se solicitó a la cartera laboral, vía nota, que dicte la conciliación obligatoria en forma inmediata.
“Estos conflictos ponen a terceros, que no son partes, en situaciones de rehenes”, dijo Enrique D´Astolfo, quien agregó: “son personas humildes que necesitan del servicio público de pasajeros. Por otra parte, en este contexto social y laboral cesantear trabajadores es poco propicio”, dijo el secretario de Gobierno.
La sucesión de conflictos y la recurrente interrupción en la prestación del servicio han colocado un punto de inflexión en la relación entre el poder concedente y Benítez Bellini. Esto lo afirmó el propio D´Astolfo al afirmar que “comenzamos a analizar la quita de la concesión, en el marco que legalmente no los permita, porque no estamos conformes con la prestación del servicio. Hoy se está poniendo en riesgo las fuentes laborales y, además, colocar en problemáticas a terceros que no tienen ninguna vinculación con el conflicto”.
El titular de la cartera política recalcó que “estamos disconformes” agregando que “vamos a buscar todas las cuestiones jurídicas para que cumplan con el pliego licitatorio o para quitarle la concesión”. Otro de los factores que colmó la paciencia de las autoridades municipales fue anoticiarse del pedido de incremento en la tarifa del boleto por los medios, solicitud ingresada en el Concejo Deliberante.
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