El barco Promarsa III es el único que actualmente opera y los empleados temen que desde Puerto Madryn no puedan cumplir con los pagos.
A la indefinición que rodea a la firma Alpesca, que derivó en reuniones y encuentros entre trabajadores, legisladores portuarios y dirigentes sindicales, se agregan nuevos elementos que acrecientan la preocupación y la incertidumbre en torno al futuro inmediato a la principal planta pesquera de Puerto Madryn.
Uno de los componentes es la quietud del grueso de la flota pesquera. Desde la conducción de la empresa solo se resolvió que el barco Promarsa III sea el único que esté operando en la zona de pesca, especialmente en lo inherente al recurso langostino. Los fresqueros están todos en puerto y sin perspectiva de poder reactivar su actividad, la que está paralizada desde hace un mes aproximadamente. La incertidumbre de los asalariados está relacionada a un hecho concreto: si los barcos no pescan no habrá actividad en la planta y la cadena de pagos comenzará a sufrir alteraciones significativas por la falta de ingresos genuinos a la firma.
La realidad es concreta. En el muelle Piedra Buena se puede observar un número creciente de barcos dedicados a la captura de merluza que permanece en puerto por, presuntamente, la falta de recursos para su aprovisionamiento de combustible. Esta decisión netamente empresarial traerá, inexorablemente, perjuicios significativos en toda la actividad productiva porque no habrá materia prima para poder operar y generar empleo en tierra, además de la estiba que verá alterada sus jornales.
Esto lo están palpando los asalariados que se están movilizando y planteado su creciente preocupación por todo lo que está ocurriendo y que golpeará directamente en su actividad y, por ende, en sus salarios donde solo percibirán el garantizado.
El estado de presunta precariedad que estaría atravesando la firma pesquera fue advertido por los hombres y mujeres de la firma. Estos, en las últimas semanas, se han movilizado y desarrollado reuniones en carácter de autoconvocados donde esgrimieron estas preocupaciones a los concejales y al propio intendente Ricardo Sastre. Además, aguardan una reunión con autoridades provinciales para tener un conocimiento preciso del presente y futuro de Alpesca.
Nueva reunión
Los denominados autoconvocados, que no se sienten representados ni por el STIA ni el SOMU, convocaron a una asamblea general de trabajadores para hoy a las 18 en la sede del club Deportivo Madryn. La idea es poder hablar de toda está situación y elaborar el contenido de una nota que será remitida al jefe comunal para que la eleve a las autoridades provinciales, donde se pedirá se garantice la continuidad laboral de la planta que genera mil puestos de empleo en forma directa y otro número significativo de manera indirecta.
Ante el temor que produce la parálisis productiva que tiene, en la actualidad, la planta pesquera, un grupo de operarios vislumbra en la expropiación una salida viable. Esto será otro de los aspectos a analizar en la reunión convocada para esta tarde, donde se buscará comenzar a dar pasos concretos en torno al presente y futuro de la firma. Esta realidad volvió a poner en descubierto la “desconfianza” que un grupo de trabajadores tiene para con sus representantes sindicales, con quienes no se han reunidos ni lo harán porque aducen no sentirse representados por ellos como lo transmitieron en la reunión en el Concejo Deliberante.
Los empleados de planta y de a bordo sostienen que no tienen interlocutores con quiénes dialogar, ya que las gerencias están en manos de empleados de carrera de la empresa, y ellos quieren hablar con los representantes de la firma. El grupo Baldino mantuvo durante meses una negociación con el empresario Omar Segundo para que este finalmente se hiciera cargo de la empresa, pero en las últimas semanas, este habría desistido de continuar con el control de la pesquera.
Por otra parte, Alpesca mantendría actualmente la intensión de deshacerse de determinado volumen de su Cuota Individual Transferible de Captura (CITC) de merluza hubbsi. Su intención es vender parte de ese activo y con ello poder financiarse en los gastos corrientes antes de lo que avizoran, sin poder tener el andamiaje productivo en marcha, se alteran los niveles de comercialización, y con ello la pesquera pierde capacidad económica para atender sus obligaciones.
En este sentido, se supo que hubo contactos con autoridades provinciales tomando en cuenta el antecedente cuando el Estado de Chubut compró la CITC de merluza hubbsi de la empresa Harengus, con lo cual se abonó parte de los salarios que se les adeudaban a los empleados.
Sastre les dijo a los trabajadores que “no tenemos poder para decidir qué pasará con Alpesca. Y lamentablemente lo que nosotros nos preguntamos, las dudas que tenemos sobre Alpesca, son las mismas dudas que tienen ustedes. Lo que podemos asegurarles, es que nos vamos a comprometer a acompañar cada reclamo".
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