MIENTRAS EL SOMU PARALIZABA LAS EXPORTACIONES DE CHUBUT, SU LÍDER ESTÁ DE CACERÍA EN ÁFRICA

Mientras hace más de una semana que las medidas dispuestas por el SOMU estuvieron afectando severamente la actividad que queda de la pesca en Madryn, el titular del sindicato a nivel nacional se burla literalmente de todos. Incluso de sus propios agremiados y ni hablar de los dirigentes regionales.
Es que en medio del desastre que ocasionó la medida del gremio a nivel nacional, Omar "Caballo" Suárez, se tomó unos días para distenderse en el continente africano.  Aficionado a la caza, el titular del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), afirmó: "Voy por las presas grandes", dicen que dejó dicho a uno de los sindicalistas que más alineados con el Gobierno nacional, tras la ruptura con Hugo Moyano. 
Mientras el dirigente se encontraba en Marruecos, muchos trabajadores marítimos en Buenos Aires –por ejemplo- comenzaron a recibir telegramas de despido, porque sus empleadores -las compañías navieras- están perdiendo contratos con el Estado para el transporte de combustible. Los despidos, que amenazan con ser masivos, afectan a los afiliados al SOMU tanto como al personal de máquinas y a los capitanes de buques. 
En Madryn, las medidas del SOMU vienen afectando ya toda la línea de trabajo portuario y altera el trabajo de las industrias presionando a las compañías navieras para que no tomen en el puerto local ninguna carga despachada por empresas pesqueras, lo que ya empezó a repercutir en el aspecto financiero con reprogramación de pagos, porque la cadena comercial se vio alterada y consecuentemente demoró el ingreso de divisas porque la mercadería estuvo imposibilitada de salir al exterior durante diez días, recién el sábado pudo zarpar un buque mercante con los contenedores con mercadería exportable de la pesca local.
Si bien se descomprimió parcialmente el conflicto sigue estando latente el temor de que esta situación se repita con el correr de las semanas. Hay una creciente preocupación en todo el sector por las secuelas que esta medida de fuerza impuesta por la conducción nacional del gremio de la marinería provoca puertas adentro de la industria pesquera, y se exterioriza  además en  proveedores locales que recibieron notificaciones de postergación de pagos, ello en virtud, que la materia prima exportable no pudo ser subida a los buques mercantes, en los plazos estipulados y eso deriva en que las empresas compradoras no depositen los adelantos de la operación comercial porque estuvo literalmente paralizada durante diez días. Concretamente, fueron afectados más de un centenar de contenedores de pescados y mariscos que no salieron al mercado desde Madryn en los plazos que correspondía, y eso motivó que también se postergaran los ingresos de divisas por esas operaciones.  

Más ausencias

En paralelo el hecho dejó en evidencia la lentitud de reacción del Gobierno provincial para interceder en este conflicto y descomprimir el bloqueo de las exportaciones. Primero, el planteo lo formalizó la cámara que agrupa a las empresas pesqueras de la provincia ante la Delegación Puerto Madryn de la Secretaría de Pesca, la que después de varios días resolvió considerarse incompetente en el conflicto, y no accedió al pedido de dictado de la conciliación obligatoria. La medida fue recurrida por la entidad empresarial, que nuclea a casi la totalidad de las empresas pesqueras exportadoras de Madryn, y mañana martes se prevé llevar a cabo una reunión de partes para continuar negociando salarios. El gremio quiere que la CAPIP acelere la discusión de un nuevo Convenio Colectivo de Trabajo en uno de los peores momentos que atraviesa la industria. El intendente Ricardo Sastre intentaba mediar para superar la inactividad que  sin dudas se reflejará en breve en la ya resentida cadena de pagos local.


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