Los brigadistas cordilleranos, quienes se encargan de prevenir y extinguir los incendios de bosques, arrastran un conflicto gremial con el gobierno provincial desde antes de diciembre. Mientras las semanas anteriores los habitantes de la zona andina agradecían que la lluvia redujera las posibilidades de un incendio que atentara contra el patrimonio natural, el gobierno faltó a dos reuniones donde tenía que conversar con los brigadistas la cuestión laboral.
Ante los desplantes y la falta de concreciones, decidieron la semana del 20 de diciembre “trabajar a reglamento”. Si bien desde el gobierno habían aclarado que en ese caso actuaban igual en caso de un incendio, los trabajadores del sector le aclararon a El Diario que no lo iban hacer. Ayer se comprobó que no atienden emergencias.
El incendio se produjo en una zona denominada Cañadón Borque, una zona boscosa próxima a la ciudad de Esquel. Finalmente, el foco fue extinguido por los bomberos voluntarios de la ciudad cordillerana y el avión hidrante.
En concreto, los brigadistas exigen que los pasen a la estructura del gobierno provincial y que de esa manera se les asegure el trabajo durante todo el año, y no sólo en los meses de temporada. También exigen una mejora salarial y que se renueve la ropa ignífuga que desde el 2007 no se les renueva. Los brigadistas igualmente aclararon que respecto a la ropa ignífuga y las autobombas para zonas boscosas fueron adquiridas por el gobierno pero no hubo novedades respecto a la cuestión laboral.
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