Por fin la Municipalidad cerró el acuerdo paritario que el gremio ATE forzó con un paro de varios días, con el que logró con solo un aumento mayor que el que habían firmado sin chistar los otros dos gremios con representación municipal, UPCN y STM. Si bien ATE terminó arreglando por menos de lo que pedía originalmente, lo cierto es que salió ganando porque son multitudinarias las desafiliaciones a los otros gremios y las nuevas afiliaciones que se consiguieron tras el conflicto. Con estos cambios difícilmente en la próxima negociación se les pueda achacar a los dirigentes de ATE que son representantes de la minoría de los empleados municipales de planta permanente. Los otros dos gremios, que tuvieron que aceptar que se negociara un aumento nuevo a menos de una semana de aprobado el acuerdo que firmaron en soledad y en medio de un escándalo, con lo que el poder que ostentaron al decidir firmar, se fue licuando aún más. Ahora los trabajadores tomarán envión para lo que será una nueva mesa de negociación salarial que debería, según la ordenanza que modificaron los concejales, reabrirse en septiembre. Seguramente las partes analizarán a fondo que convenio firmarán, para que no termine como el de ahora, atado con alambre.
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