jueves, 28 de febrero de 2013

Luz y Fuerza asegura que la pauta salarial para este semestre debe estar atada a los índices de inflación


El secretario general del gremio, Héctor González, dijo que “en toda negociación salarial, la primera base de discusión toma en consideración la expectativa inflacionaria para el año, que según algunos puede llegar al 35%”.

El inicio de las discusiones paritarias con los distintos gremios, comienza a poner blanco sobre negro los términos en los que se dará esa negociación entre las partes.

Ayer, el secretario general del Sindicato Regional de Luz y Fuerza de la Patagonia, Héctor González, fue uno de los que salió a poner en claro cuáles serán los aspectos centrales de la discusión desde la óptica gremial, al apuntar al tema inflacionario como un eje central en la definición de la pauta salarial para 2013.

“Todos los Convenios Colectivos de Trabajo suscriptos y modelos de diálogo social, incluyen una cláusula de Revisión Salarial Semestral, cuando los incrementos de precios al consumidor minorista superan determinados porcentuales -5% en la mayoría de los casos-, sin perjuicio de reservarse la posibilidad de requerir dichas revisiones, cuando razones así lo justifiquen”, expresó el líder sindical.

“A partir de dicha cláusula, seguramente en los próximos días convocaremos formalmente la apertura de paritarias para el primer semestre del año, pero no porque no queramos negociar un período mayor, sino porque nuestro convenio desde el año 2006 establece la negociación por semestres”, expresó.

- ¿Qué pauta salarial tiene pensado Luz y Fuerza para este primer semestre?

La cláusula convencional obliga a las partes a iniciar una negociación salarial, sobre las distintas pautas que tienen incidencia en el mantenimiento del salario real, sobre la base de un equilibrio en los índices de productividad del trabajo y la empresa. Si me pregunta, qué pauta tenemos pensada, invertiría la pregunta: ¿qué pauta de inflación tiene pensado el Gobierno provocar en la economía de todos los argentinos? Digo esto porque es fácil responsabilizar a los gremios de los reclamos salariales. Sin embargo, la causa de dichos reclamos, está en la política económica de los gobiernos. El sindicato lo único que busca es mantener y, cuando es posible recuperar, el poder adquisitivo del salario del trabajador.

- ¿Pero cuál es esa pauta en porcentaje?

Sinceramente, ninguna. Lo único que sabemos es que los analistas más conservadores, no bajan de un pronóstico cercano al treinta por ciento de inflación en el año. Otros están hablando de porcentuales cercanos al treinta y cinco por ciento. Si nuestra expectativa mínima es mantener el poder adquisitivo del salario, en esas expectativas inflacionarias tiene implícita una primera respuesta.

- ¿Usted cree que el Gobierno provincial o las cooperativas, pueden pagar una suba de ese nivel?

En toda negociación salarial, la primera base de discusión toma en consideración la expectativa inflacionaria para el año. Es un dato que no inventamos y que viene dado y cuya variable depende, principalmente, del propio Estado y su política económica. Sin duda, dicha expectativa tendrá como obstáculo la situación económico -financiera del sector, que lejos de ser nueva, fue advertida por el mismo sindicato hasta el cansancio desde hace muchísimos años. Si revisan nuestras declaraciones, hace más de diez años que venimos diciendo lo mismo.

- Si conocen la difícil situación económica del sector, ¿cómo van a hacer para pagar?

El obstáculo económico es definitivamente mentiroso. El déficit operativo del Sistema Energético de la República Argentina obedece fundamentalmente a retrasos tarifarios y a déficits de inversión, cuya discusión y esclarecimiento en la sociedad es objeto de cualquier programa periodístico. Prenda la televisión, lea cualquier diario o escuche cualquier radio y todo indica lo mismo.

- O sea que la negociación salarial impactará en las tarifas.

¿Y a usted qué le parece? Cualquier negociación salarial impacta en los precios, al igual que cualquier otro costo operativo. De esto no puede sorprenderse ningún ciudadano, funcionario o político, puesto que acá el precio del servicio se denomina ‘tarifa’ y ésta debe cubrir el costo del mismo, salvo que quiera compensarse con subsidio, al que el Estado puede acudir para ayudar a los más vulnerables o los que menos tienen.

- Según su visión, ¿el rol de las tarifas en la discusión salarial es secundario?

Es gracioso, pero los funcionarios, políticos e incluso los dirigentes cooperativistas, se refieren constantemente a las tarifas como un obstáculo para la actualización y revisión salarial, como si el precio o costo de las cosas dependiera de quién las compra o adquiere, en vez de cuánto sale producirlas. Esto equivaldría a que el precio de un automóvil, por ejemplo, debería fijarse en base a lo que una persona o individuo quiere pagar y no en lo que cuesta fabricarlo. ¿Se imaginan cómo terminarían las fábricas de autos?

- ¿Cómo piensa que terminará está discusión salarial? ¿Prevén algún paro?

Jamás debemos poner el carro delante del caballo. El paro es el final de un camino sin diálogo o sin respuestas. Reconocemos que estamos un poco cansados y preocupados de años de inacción y falta de gestión, pero siempre seguiremos apostando al diálogo. Eso sí, sin chicanas, amenazas o declaraciones políticas que confunden a la gente, porque regresar de ese lugar siempre es mucho más difícil. Estamos convencidos de que no hay otra forma de llegar a un acuerdo que no sea a través del diálogo, pero no somos nosotros solos los que debemos esforzarnos en el mantenimiento de la paz social.  

http://www.diariojornada.com.ar/Noticia/Default.aspx?id=63849

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