martes, 25 de septiembre de 2012

Nada es eterno: los cambios en la UOM


Fue elegida la nueva conducción de la UOM. Marcelo Arrivillaga asumirá en los próximos días. Vicente Jara se quedó afuera después de estar tres décadas al frente del sindicato. La consecuencia de defender intereses.

Banderazo. Una postal del festejo en la UOM tras la asunción de la nueva conducción sindical.

Sobre fines de la semana pasada, el intendente de Puerto Madryn, Ricardo Sastre, recibió a los nuevos representantes de la Unión Obrera Metalúrgica, encabezados por Marcelo Arrivillaga , electo el pasado 17 de septiembre. El jefe comunal felicitó a las autoridades electas del gremio metalúrgico y manifestó su predisposición a trabajar en conjunto con ese importante sector de los trabajadores de la ciudad.
Los cambios en la conducción de la UOM  resultan significativos, no solamente por el espacio que han ganado un grupo de jóvenes dirigentes sindicales, sino porque además, significa el final de una larga etapa, que tuvo como protagonista principal  al actual diputado provincial Vicente Jara.
Jara condujo los destinos del gremio  durante más de tres décadas y a muy pocos se les pasó por la cabeza pensar que llegaría el día en que los propios trabajadores le cerrarían la puerta del sindicato.
Más allá del desgaste que provoca el paso del tiempo, no hay duda de que algunos acontecimientos acaecidos en los últimos años provocó el rechazo de los metalúrgicos a la figura del ex dirigente gremial.
Un caso paradigmático es el vinculado a la causa de Moliendas de Aluar que mantuvo en vilo a los trabajadores de ese sector de la planta de aluminio y a la comunidad en general. Mas allá de que la investigación fue archivada por el fiscal de Madryn Daniel Báez, las declaraciones de Hugo Trovant, ex médico de la empresa de aluminio, difundidas por el programa radial “Esta Boca es Mía” y por diario Jornada permitieron cambiar radicalmente las condiciones de trabajo de los operarios de la planta de ánodos.
Por ejemplo, a los operarios se les empezó a informar que trabajaban con sustancias cancerígenas. La empresa terminó de construir el lavadero para que los empleados no regresaran a sus casas con la ropa contaminada por las sustancias de la brea. Y al mismo tiempo, Aluar tuvo que construir una zona de vestuarios destinado a los trabajadores expuestos a éste peligro.
Todo esto se logró por las declaraciones de Trovant y por la decisión del Grupo Jornada de hacerlas públicas. Vicente Jara “no movió un dedo” hizo un “vergonzoso silencio”, “se borró “en un momento crucial para  los trabajadores.
La gota que colmó la paciencia de los afiliados fue la encendida defensa a favor de Aluar que el ex titular de la UOM efectuó en  la Legislatura ante las embestidas que algunos de sus pares hicieron por temas vinculados a la contaminación.
Ya no quedaron dudas con respecto a qué intereses privilegiaba  defender Vicente Jara.
Y como la organización gremial evidentemente tiene anticuerpos y dignidad, se lo sacó de encima y colocó en sus lugares a dirigentes jóvenes con otro grado de compromiso.
Quizá esto sirva también como mensaje aleccionador para otros dirigentes gremiales, que como Jara, piensan que pueden atornillarse a un lugar para siempre. Deberían saber que eso es posible cuando se hacen las cosas bien. Porque cuando eso no ocurre, la gente se cansa, se rebela y un día, rompe con lo que parece estar destinado a durar toda la vida.
Si les queda alguna duda,  pregúntenle a Vicente Jara.#


http://www.diariojornada.com.ar/Noticia/Default.aspx?id=53467

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