jueves, 16 de agosto de 2012

El juez Luis Mures decretó la quiebra de la empresa Harengus


LOS TRABAJADORES ESPERAN LAS INDEMNIZACIONES, PERO ESO RECIÉN OCURRIRÁ DESPUÉS DEL REMATE Y SI HAY OFERENTES

Finalmente, luego de varios meses de trámites y rumores, el juez Luis Mures decretó la quiebra de la empresa Harengus, lo que posibilitará que se produzcan las tan ansiadas indemnizaciones laborales, el pago a acreedores y los impuestos adeudados, entre otras cosas. Aunque esta situación fue por demás esperada por los trabajadores, lo cierto es que aún no hay certezas sobre lo que puede llegar a suceder y menos aún cuándo los obreros podrán obtener lo que les corresponde.
Desde hace largos meses, los trabajadores de Harengus tienen un sinfín de incertidumbres sobre qué les deparará el destino con respecto a la quiebra de la empresa. Si bien hace tan sólo un par de semanas atrás los obreros reclamaban arduamente que se agilicen los trámites con el objetivo de hacerse sus correspondientes derechos, lo cierto es que esta situación no logró calmar los ánimos. Por el contrario, aún no están seguros de que la quiebra les asegure el tan ansiado pago de las indemnizaciones.  
Según los abogados que se especializan en asistir a los empleados frente a una posible o concreta bancarrota por parte de la empresa que los contrata, cuando ocurre una quiebra los trabajadores tienen prioridad por sobre los demás acreedores. En otras palabras, desde un marco legal y jurídico, los obreros de la pesca tienen elementos para confiar en que, en poco tiempo, podrían obtener lo que reclaman. Aunque, también es sabido que en el terreno procesal los argumentos de los otros letrados, por ejemplo de los acreedores, también serán tenidos en cuenta al momento de repartir lo que queda de Harengus.

Expectantes

En diálogo con El Diario, Oscar Hughes, Secretario Gremial del Sindicato de los Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA) indicó que si bien se interesó por la situación de la quiebra de Harengus, esto “para nada es un elemento para ponerse contento”, puesto que la falta de certezas sobre lo que sucederá, lo impide. “Estoy al tanto de las novedades, pero no puedo decir que me alegra saber que ya se firmó la quiebra porque aún no sabemos qué va a pasar. Nosotros estamos haciendo lo necesario, desde hace varios meses, para que los trabajadores tengan lo que por ley les corresponde. No estamos pidiendo nada fuera de lo normal. Esperamos que la Justicia tenga en cuenta que hay mucha gente que no tiene trabajo y que está esperando que esto se termine para seguir continuar como corresponde”, relató Hughes.
En relación con lo anterior, cabe destacar que los empleados no pueden acceder a un trabajo de manera regular hasta tanto no se desvinculen de Harengus. Esta es otra de las razones por la cual precisan de la celeridad judicial.

Subsidios provinciales 

Cabe destacar que, tras las diversas gestiones realizadas por el STIA, sumado al compromiso y las reuniones que mantuvieron los trabajadores de Harengus, el Gobierno provincial se comprometió por el plazo de tres meses en aportar un subsidio de 3 mil pesos mensuales.
Si bien las autoridades consultadas afirman que este monto se mantendrá hasta octubre, algunos trabajadores también mostraron cierto temor que dicho subsidio desaparezca atento a que finalmente la quiebra se decretó.
Además, aunque es un número reducido, algunos trabajadores de Harengus tienen trabajo y están en condiciones de prescindir del dinero estatal y este fenómeno podría repercutir negativamente en quiénes verdaderamente lo necesitan.

Dejaron parte de su vida

Por último, Claudio Martí, quien se desempeña como delegado de Harengus, confesó que está muy dolido por la situación de la empresa con la cual trabajó más de una década. “Calculo que faltará uno o dos meses más para que la rematen y le paguen a los trabajadores y a los acreedores. Pero igual, cuando me enteré me quise morir. Yo trabajé 13 años para Harengus. Amaba mi trabajo y lo extraño muchísimo. Es más, si faltaba una vez por año, era mucho. Por suerte, nos pagaron el subsidio pero nosotros queremos trabajo”, destacó el trabajador.

Los chinos

La Ley de Quiebras, modificada luego de la crisis del 2001, fomenta la creación de cooperativas manejadas por los trabajadores con la idea de no perder la empresa. Recordemos que bajo el gobierno de Fernando De La Rúa, muchos fueron los empresarios que prefirieron abandonar las organizaciones antes que tener que rematarlas para pagar las deudas.
En este caso, los trabajadores de Harengus no recibieron un apoyo tal para encarar el emprendimiento de una cooperativa que permita que la empresa no desaparezca.
Aún así, algunos mantienen la esperanza que la pesquera sea comprada por accionistas chinos.

http://www.diariodemadryn.com/vernoti.php?ID=147534

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