viernes, 7 de febrero de 2014

Trabajadores de la ex Harengus reclamaron ayuda

Volvieron a protestar en las puertas del municipio.

Hombres y mujeres de la quebrada planta pesquera Harengus salieron a las calles de Puerto Madryn ayer a solicitar un aporte de dinero para poder sobrevivir ante tanto dolor que están afrontando desde hace 24 meses.



La quema de neumáticos volvió a instalarse sobre la calle Belgrano, frente al edificio municipal, cuando los asalariados de la quebrada firma pesquera concretaron su reclamo. Susana Feijo, una de las trabajadoras que aguarda por cobrar el dinero adeudado, explicó que “llevamos dos años y medio, ya para tres, de todos los meses reclamando el subsidio. El último fue pagado el 21 de diciembre y hasta ahora no hemos tenido fechas, solo nos dijeron que hasta el miércoles próximo no van a pagar”.

Los plazos pautados van a contramano de la necesidad que padecen los trabajadores y sus familias, particularmente porque existen casos donde otras plantas pesqueras no los contratan porque realizan reclamos públicos con el fin de cobrar el dinero que se les debe.

“Nosotros no tenemos plazos porque nos cortaron los servicios básicos, no hay comida en las casas y que es lo principal para nuestro hijos”, manifestó con mucho dolor la mujer, quien narró: “salimos a buscar trabajo y no conseguimos. En mi caso por salir a dar la cara por mis compañeros no consigo ningún empleo”.

La situación descripta por Susana Feijo es contundente porque “solo reclamos lo que nos corresponde” aunque ello limita las posibilidades de poder acceder a otros empleos en las firmas pesqueras con asiento en Puerto Madryn.

“Yo no estoy pidiendo nada que no sea mío ni que el gobierno no nos haya prometido”, dijo Feijo, quien agregó: “Nosotros decimos que el gobierno provincial deje de pagar los subsidios y que nos den los 150 puestos de trabajo que ellos firmaron por la venta de los cupos de pesca”.

La realidad indica que lo rubricado no se cumplió porque transcurridos 24 meses no se generó ninguna fuente de empleo para que los hombres y mujeres de Harengus pudieran reinsertarse laboralmente.

La trabajadora reconoció que “quedamos 40 compañeros, nos piden que bajemos la lista y nos terminamos peleando entre nosotros. Nosotros bajamos todo lo que podemos y no nos pagan. El acuerdo fue de ellos porque nosotros pedimos trabajo y ellos nos dan subsidios”, dijo Feijo.

La mujer enfatizó que “la solución de ellos es para hoy pero a nosotros se nos fueron dos años. No se qué quieren que hagamos, que salgamos a robar… nosotros no queremos promesas sino soluciones”.

El posicionamiento público que asumió en el conflicto, especialmente en el reclamo, hizo que la propia trabajadora se definiera como “persona no grata para la pesca. Esto me da bronca”, agregando que “estoy cansada de reclamar lo que me corresponde. Lo que están viendo con Alpesca es lo que sucedió con Harengus hace tres años”, dijo Susana Feijo.#

http://www.diariojornada.com.ar/Noticia/Default.aspx?id=89661

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